Schuan Carpenter y su mujer Holly querían vivir cerca de su trabajo, pero la casa de mayor tamaño que se podían permitir era una de 73 metros cuadrados. Con una familia cada vez mayor necesitaban más espacio, y necesitaban también un área tranquila donde Holly pudiera seguir dando clases de música. “Niños llorando y clases de violín,” escribe Holly en su blog, “no van de la mano.”
Carpenter tuvo la idea de “construir una caseta increíble que fuese más bien una Pequeña Mansión.” Liberando su creatividad, Carpenter construyó “La Capilla,” un encantador estudio de 30 metros cuadrados, que con el tiempo le llevó a fundar su propio estudio de arquitectura para casas diminutas llamado Little Mansions.
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Al atravesar la puerta de entrada, sus ojos se sentirán inmediatamente atraídos por la elevada torre y sus altas ventanas.
En este estudio cabe, con facilidad, el gran piano que perteneció a la abuela de Holly. Caben también de 10 a 14 estudiantes para las clases grupales.
Los altos techos inclinados crean una sensación de espacio, mientras que las vigas y los marcos de las ventanas, ambos de madera oscura, llenan ese espacio de calidez y elegancia, amplificando la sensación de estar en una capilla.
La estantería, con detalles góticos, está hecha a mano a partir de unas tablas de madera de 100 años, sacadas del suelo de un viejo granero.
La Capilla es sencillamente mágica por la noche, brillando desde dentro.
Aquellos que deseen su propia "Capilla" no necesitan mirar más allá del estudio de Carpenter, Little Mansions. Ofrece planes arquitectónicos de la casa diminuta original de 30 metros cuadrados, de una casa de 45 metros cuadrados con un dormitorio y de otra de 54 metros cuadrados con dos dormitorios.
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