En la Isla de Orcas, en la costa de Washington, esta cabaña de 122 metros cuadrados esta cuidadosamente emplazada entre abetos, cedros y madroños. De acuerdo con David Vandervort Architects, creadores de esta adorable morada, el proceso de construcción no solo preservó la vegetación existente de la zona sino que recicló restos de madera de abeto de otro proyecto.
Esta cabaña en forma de cruz tiene 122 metros cuadrados en total, con 107 en la planta baja y 46 en el desván dormitorio. Cada rincón de este diseño único cumple una función como por ejemplo la entrada, que actúa como porche y almacén de lena.
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La etérea sala de estar es acogedora sin parecer angosta y la escalera sube al desván dormitorio.
El rincón que actúa como comedor es la esencia de la tranquilidad, y los ventanales dejan que entre la resplandeciente luz del sol.
Ademas de la eficiencia energética y de la situacion de la casa en el paisaje, David Vandervort Architects estaban preocupados con maximizar la cantidad de luz que recibía la casa. La luminosa cocina es el testamento al cuidado en la planificación de la obra, y adoramos el exótico fregadero negro.
La sala de baño también tiene un fregadero negro, y vean como los grifos sobresalen directamente de la pared. ¡Que toque tan único!
Se puede acceder al patio de atrás a través de puertas francesas y la silla y el banco Adirondack le suplican a uno que se siente y se relaje entre los arboles.
Aquí esta el plano de planta:
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