Cuando Bradley Huber compró su primera casa, no sabía nada sobre reparaciones domésticas. Sin embargo, se lanzó a la aventura de todas formas y comenzó a renovar las estancias del bungalow Rochester, de New York, una por una. Narra sus aventuras de HUM en su blog, que comparte nombre con la casa de 80 metros cuadrados, Itty Bitty Bungalow.
Bradley era profesor de escuela, de modo que para el era una prioridad realizar las renovaciones de la casa con un presupuesto viable. Contando con la ayuda de sus amigos y su familia, y de tutoriales de YouTube, fue capaz de hacer prácticamente todo el trabajo por su propia cuenta. La decoración es tradicional y ecléctica con muchos descubrimientos de tiendas de segunda mano incorporados a cada espacio. Hagan el recorrido completo de la casa bajo estas líneas.
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Los marcos de madera originales fueron una de las primeras cosas de esta casa que le llamaron la atención a Bradley, y en la sala de estar pueden verse en todo su esplendor. Instaló la chimenea de gas el mismo y construyó un mantel de madera alrededor. Una pila de maletas conforman una mesa única.
La sala de estar está cubierta de papel de pared en gris neutral y contiene una alfombra hecha de baldosas. Las baldosas de alfombra son un opción perfecta, ya que son baratas y fáciles de limpiar o sustituir si se manchan.
La pequeña y funcional cocina está cubierta de clásicas baldosas en negro y blanco, lo que provoca un contraste perfecto con las brillantes paredes amarillas. Los fogones antiguos y las baldosas de pared de hojalata, completan la decoración.
El dormitorio es relajante y acogedor, con paredes verde pálido y ropa de cama esponjosa. Un baúl al pie de la cama aporta espacio de almacenamiento extra, que es esencial cuando uno vive en un espacio pequeño.
Las baldosas hexagonales de la sala de baño son originales de los años 30, cuando se construyó la casa. Las paredes, de un azul intenso, y las molduras y marcos blancos, realzan los detalles arquitectónicos de la estancia. Bradley optó por clásicas baldosas de metro para rodear la bañera.
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¡El porche solía ser un espacio cerrado y pintado de rosa! Bradley reveló su verdadero potencial abriendo y pintando las paredes, pintando los suelos y añadiendo muebles, incluyendo una tradicional mecedora. Ahora el espacio es la acogedora entrada de la casa.
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