Una casa de invitados no tiene por que ser aburrida o de una calidad inferior. La casa de hoy lo demuestra. Diseñada por Eric Shephard Architects, es una casa de 56 metros cuadrados de puro lujo. La distribución saca el máximo partido de cada metro cuadrado e incluye una sala de estar, una cocina, un dormitorio y una sala de baño.
El exterior imita a la residencia principal, que Shephard Architects describe como "clásica granja con raíces Tudor". En el interior, encontrarán techos abovedados, acabados de gama alta y luminosas ventanas. ¡Con una casa de invitados como esta, les costará trabajo convencer a sus visitantes de que se marchen!
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La casa de invitados les dará la bienvenida con un encantador porche que lleva a la sala de estar, a través de puertas de cristal.
La sala de estar es pequeña, pero gracias a los altos techos parece mucho más espaciosa de lo que es en realidad. Las ventanas tienen vistas de la casa principal y de los hermosos jardines. Una araña de cristal añade un toque de lujo a la estancia.
La sala de estar está conectada con la cocina y separada por una isla con una encimera de mármol. El área de comedor está situada junto a la ventana y está compuesta por una mesa sencilla y dos sillas. La distribución de los muebles es esencial para la vida en diminuto y en esta casa está ejemplificada a la perfección.
El sofá azul con una mezcla de almohadones de colores coral y neutrales, aportan una explosión de color a este espacio predominantemente neutral. La cocina y la pared del fondo contienen varios armarios empotrados para aprovechar al máximo el espacio de almacenaje.
Los techos abovedados están presentes también en el dormitorio. Otra araña de cristal y las vigas descubiertas, hacen que la estancia sea más interesante.
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La sala de baño tiene baldosas que hacen juego con las de la pared de la cocina, lo que hace que la decoración de la casa sea más consistente. Acabados grises y del color natural de la madera, hacen que el estilo sea relajante y cálido.
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